Desprestigiada se encuentra la política, por culpa de algunos políticos que ejercen de mala manera su labor, la cual debiera corresponder a la confianza entregada por sus votantes y más aún debiera obedecer a un bien social superior.
Como la realidad nos entristece y enfurece, hemos querido buscar referentes que nos ayuden a recordar como debiera actuar en este mundo un ciudadano en un puesto de poder, buscamos entonces características como dignidad, ética, integridad, además de capacidad de liderazgo. Así que hurgando entre nuestras queridas películas que son finalmente un reflejo de nuestros anhelos y temores, hemos llegado a una más que decente lista de personajes cinematográficos por quienes votaríamos en una elección pública y dejaríamos de hacer un Walt Disney en la papeleta.
– Yoda de la saga “Star Wars” (1980-2015)
Nuestro pequeño maestro, verde y disléxico, es sin duda un ser lleno de sabiduría que a paso lento y seguro y con la capacidad de mover armatostes con el poder de la mente, podría tomar decisiones pensando a largo plazo, sin medidas populistas. Por Yoda votar yo.
– El barbero judío de “The great dictator” (1940)
Un barbero judío aprovecha su parecido al dictador Hynkel (obvia alusión a Hitler) para mandarse, en medio de la confusión, un discurso que hace eco hasta el día de hoy, en él nos invita a luchar por la libertad y respetarnos como seres humanos. Así luego de dos horas de hacernos reír, nos emociona con estas honestas y sensatas palabras. Aplausos y votos para el barbero, que en realidad eran las palabras del mismísimo Charles Chaplin.
– Imperator Furiosa de “Mad Max: Fury Road” (2015)
Que mejor que una aguerrida que busca la libertad. Capaz de enfrentarse a los malos más malos, cargar con las semillas de la esperanza y exigir que los recursos naturales vuelvan al pueblo. Porque no necesita un hombre para darle sentido a su vida, el personaje de Charlize Theron está para candidata en cualquier parte.
– Jurado consciente en “12 angry men” (1957)
Qué falto de justos estamos en esta sociedad que poco se esfuerza en comprender al otro. Necesario se hace un tipo como el personaje de Henry Fonda, dando el beneficio de la duda a un joven que está condenado de antemano por ser marginal. A puro entendimiento va cambiando la opinión de los otros integrantes del jurado, una obre llena de ética y justicia. Faltan más de esos.
– Román Maldonado en “Luna de Avellaneda” (2004)
Un hombre de a pie defendiendo su barrio, con todo lo que ello implica, o sea, una forma de vida basada en valores y lazos humanos. El bello personaje que interpreta Ricardo Darín es a quien queremos tener en la presidencia de la Junta de Vecinos, y ojalá de concejal, y ojalá de alcalde. Más allá deja de ser un vecino.
– Tessa Quayle de “The constant gardener” (2005)
Cuando un acto supuestamente noble empieza a oler a negocio y además a costa de la vida humana, se necesita un porfiado, alguien que investigue a fondo y llegue hasta las últimas consecuencias. Ese alguien debiera ser cualquier de nosotros, pero en general eso no pasa, aparecen entonces los bacanes, como el personaje de Rachel Weisz que no transa al enfrentarse a la mismísima mafia farmacéutica. Por alguien así votaríamos.
– Dr. Kyojô Niide en “Akahige” (1965)
Un doctor samurai que enseña a su aprendiz que lo esencial es la vocación de ayudar a la gente, más que las riquezas y el poder. Qué más se puede decir del personaje interpretado por Toshiro Mifune. Además, seco pa’ las peleas.
– Atticus Finch en “To kill a mockinbird” (1962)
Basada en la novela de la escritora Harper Lee, esta película nos presenta al abogado y viudo padre de familia que acepta el caso de defender a un campesino negro de haber violado a una joven blanca. El coraje, la sensibilidad y el deber de justicia en medio de patentes conflictos raciales, hacen que veamos al personaje de Gregory Peck como un ejemplo a seguir, al igual como lo ve su hija, quien relata la historia. Un voto para Finch.
– Nausica en “Kaze no tani no Naushika” (1984)
Las protagonistas del mundo de Miyazaki tienen particularidades difíciles de hallar en el Cine: son líderes independientes y con gran enteresa valórica. De todas las pulentas, Náusica podría ir de candidata a lo que se le ocurra y siempre la apoyaremos, aunque sea un dibujo animado, pues buscará el equilibrio entre los humanos y la naturaleza. Por favor tengan hijas como Náusica.
– El Juez de instrucción en “Z” (1969)
Jean-Louis Trintignant interpreta al osado magistrado que debe llevar un caso de investigación contra unos ultraderechistas que cometieron un crimen planificado ante un líder opositor al gobierno. Cojones hay que tener para desafiar a policías, militares y por supuesto políticos en el poder. Un clásico del cine político de Costa-Gavras.