Butaca Martínez, el guionista de La Ciudad de los Cesares

Le pedimos a nuestro colaborador más quitado de bulla y prolífico a la vez, que nos ayudara a motivar a la gente a colaborar con dinero para el rodaje de nuestra nueva película pronto a grabar: La Ciudad de los Cesares. Fue escueto, pero merece la pena leerlo, saber por lo menos que vive en Talca. 

El terremoto del 2010 provocó que abandonara Santiago, me vine a Talca donde el desastre era más evidente, me he ido reconstruyendo junto a la zona. Ya no voy a la capital, sin embargo sigo conectado con algunos amigos, uno de ellos es Lucho Villegas, a quien conocí en la revista El pájaro verde, ahí escribí mis primeros artículos de cine.

Fue el Lucho quien me invitó a escribir en El Jardín del Pulpo, dándome chipe libre en cuanto a temáticas y extensión. Pero antes de eso, el 2012, me propuso ayudarle en una idea que tenía para una película, fue así como escribimos Vitae, a cuatro manos y por internet. La historia de un metalero que sale del colegio y debe hacer su curriculum. Parece que funcionó y ahora que la vi creo que aún funciona. Lucho afinó más los diálogos en los ensayos con los actores y fue llevando el guión a la realidad, realidad que yo desconocía por vivir en Talca y porque nunca escuché metal, a diferencia del Lucho que me enviaba, durante la escritura, videos de youtube llenos de sonidos oscuros y guturales. Ni siquiera fui al estreno de la película, la vi recién, el 2017, y fue porque el Lucho me dijo que escribiéranos otra historia, que quería hacer otra película, luego que en su momento dijera que nunca más se metería en cachos.

 


Fue así como en unos 9 meses salió La Ciudad de los Cesares, guión que está ahora pronto a grabarse. Al principio no quise participar, pues sé que trataba mucho sobre el carrete Santiaguino y yo acá en Talca me acuesto temprano y me tomo con cueva una cerveza, a diferencia del Lucho a quien he visto tomarse botellas de vino o de pisco esperando el amanecer, sin perder su caótica integridad.  El Lucho insistió y me dijo que eso lo veía él, que lo importante era la búsqueda y todos teníamos una. Y tenía razón, el guión es inmensamente personal, tanto para él como para mí, lo que me hace pensar que lo será para más personas.

Me pidieron que escribiera algo ya que ahora están juntando plata para poder grabar la película. Accedí a regañadientes y no tengo mucho más que decir. No me fascina Santiago como le ocurre al Lucho, ni comparto mucho sus eclécticos gustos musicales, pero el cine sostiene nuestra amistad y escribimos estas historias porque queremos ver películas que aún no existen.
Hasta acá llega mi pega en la película y confío en todo el trabajo de producción y creación de El jardín del pulpo.

Ya cumplido el compromiso, vuelvo a sumergirme en mi cinefilia enferma, acá en la apacible Talca.
Suerte a todos en la ardua tarea que se viene. Escribir es más fácil.

 

+info en

www.laciudaddeloscesares.cl