La historia que escuché, contaba que la canción se inspiró en un documental sobre los pulpos, en el cual se explicaba que los pulpos guardaban todo tipo de cachivaches en su jardín. No sé muy bien el resto de la historia, nunca la busqué en google, ni siquiera ahora que escribo estas palabras. De ahí viene el nombre de este proyecto que ya lleva 3 años siendo una web.
Nos gustan los cachivaches.
¿Hay algo más esencialmente humano que un cachivache? ¿ Algo más esencialmente humano que la manía de recolectar cosas inútiles y rodearnos de ellas? Creamos pequeños museos en nuestros hogares, escritorios e incluso museos virtuales en redes sociales, y visitamos los pequeños museos de los amigos, y también los grandes museos de la ciudad, y también los museos virtuales de otros. Nos mostramos ante otros en base a una colección de cachivaches para decir “esto somos”, un póster en la pieza de la adolescencia, un adorno plastificado en la cocina de la infancia, un recuerdo del paseo a la playa, un meme, una postal de nuestra indignación ante la injusticia.
Juntamos cachivaches en nuestros jardines para no olvidarnos que somos humanos, que somos parte de una historia metida en una red de historias, y compartimos entre nosotros, de vez en cuando, piezas de esta colección.
Esa es nuestra apuesta como jardín del pulpo, ser una pequeña pieza en un pequeño museo, un objeto de escasa utilidad al que se le concede poco valor, un recuerdo de lo humano.
1° de Mayo, 2018