Culpen a Kershner y Kasdan

Si hay algo en la cultura pop que se ha afianzado ahora es el fanatismo. Ya no basta con ser una persona que aprecia una corriente artística, una disciplina o tendencia, o una obra en particular, no. Lo que ahora es tendencia es ser fanático total de dicha obra. Y si nos metemos en los oscuros laberintos del fanatismo en la cultura popular, una obra que ha acaparado la mayoría de los fanáticos más acérrimos es La Guerra de las Galaxias (o Star Wars, como es que le tienes que llamar si es que eres un verdadero fanático).

Al parecer uno de los rasgos más característicos de los fanáticos actuales es el hecho de tener que aborrecer toda nueva entrega de la saga y añorar la original. Con Star Wars pasó que tras la compra de la franquicia por parte de Disney y con una gran inversión y planes para hacer muchas, pero muchas, secuelas y spin offs;  la verdad es que a nadie le ha gustado nada de lo nuevo. A ver, digámoslo mejor; a ninguna de las personas verdaderamente fanáticas de la saga de fantasía espacial le ha gustado algo de lo nuevo de Star Wars por Disney.

Pero uno que tiene memoria, de hecho yo vi la trilogía original en el cine (una de las pocas ventajas de que en los ’80s las películas llegaran a los cines de provincia con varios años de retraso incluso) hay que recordar que cuando George Lucas hizo la “nueva trilogía” a fines de los ’90s, la verdad es que a nadie le gustó, lo que más le criticaban era que se alejaba del espíritu de la original. Y si hacemos más memoria aún, cuando salió El Regreso del Jedi no pocos criticaron la aparición de los ewoks porque “infantilizaba” la serie. (En serio?…gente peleando con sables laser, princesas, villanos, extraterrestres peludos y otros escamosos no era lo suficientemente infantil?). La verdad es que de tanto pensarlo he llegado a una conclusión. La Culpa es de Kershner y Kasdan.

Cuando Star Wars salió en 1977, la única persona que pensó que iba a ser un éxito era George Lucas, (y probablemente David Prowse) y lo demandante de la producción lo dejó agotado así que decidió soltar las riendas de la secuela en su profesor de cine Irvin Kershner en la dirección y su amigo Lawrence Kasdan en el guión, son ellos los que agregaron los elementos más icónicos de la trilogía, como el hecho de que Darth Vader fuese el padre de Luke o el toque de misticismo acerca de los Jedi que no se logra apreciar en la primera película. También eleva a Darth Vader a la categoría de súper villano al darle más complejidad a su personaje y…un tema musical. Todos estos elementos hacen que El Imperio Contraataca sea considerada por muchos, incluyendo los fanáticos, como la mejor de todas las películas que ocurren en una galaxia muy lejana.

Y es entonces cuando todo se pudrió. Desde ese entonces es que nadie ha quedado conforme con las subsiguientes películas de Star Wars. La crítica más común es que “se aleja de la trilogía original” y la película que pone el tono y el carácter épico de la saga es precisamente el episodio V, de hecho ni siquiera El Regreso del Jedi es considerada una buena película y es bastante resistida por la fanaticada.

A modo personal, no le tengo mucho respeto a los fanáticos, en todo ámbito de fanatismo. Hace perder la objetividad y la racionalidad de los comentarios. Yo me crié con Star Wars, es LA gran razón por la que me quise dedicar al cine, tengo poleras, dvd´s tazones, juguetitos, incluso peluches de los personajes. Ocasionalmente me pillo tarareando sus melodías y citando sus frases más icónicas en mis trabajos profesionales. Aún así la veo como una serie de películas y otros productos audiovisuales destinado al entretenimiento y cada vez que me meto a la sala oscura y comienza a sonar la más hermosa fanfarría del cine, se me acelera el corazoncito y disfruto de la misma forma que cuando tenía muy pocos años y vi por primera vez estas películas. De hecho me cuesta entender que lo primero que hagan después de verla en el cine es… hablar pestes de la película. Pareciera que hay un concurso por demostrar quien es el mejor fanático de la serie y el requisito principal es odiar todo lo nuevo.

Pero más allá de eso, lo concreto es que Star Wars fue concebida como una película de entretención liviana que le hacía homenaje a las antiguas sagas fantásticas de matiné y los fanáticos lo que menos hacen con la saga es precisamente eso, divertirse. Dicho sea de paso, es casi irónico que la rentabilidad de la serie se sostenga en los millones de dólares que pagan dichos fanáticos solo para después decir lo poco que les gustó. Pero, no hay que culpar a Disney por haber cambiado el espíritu original de estas películas, sino a Kasdan y Kershner por haberse alejado de la tarea principal que era hacer solo una secuela entretenida de una película exitosa como Star Wars y nos brindaron una película muy bien contada con personajes complejos que se interrelacionan en una trama dinámica que apela a lo más humano y a la base de contar historias, hacernos sentir que nos puede pasar a nosotros.  Este acierto por parte de la dupla K-K ha sido la causa de todas las desilusiones posteriores con Star Wars, porque elevaron las expectativas de la trilogía original a niveles casi inalcanzables y dotaron de un halo místico a unas películitas simples. Como ven, a veces hacer buen cine no es tan bueno… si eres muy fanático.